Está más que oficializado en la sociedad el dicho de que mal de muchos, consuelo de tontos, pero cuando no se encuentra explicación a actitudes y comportamientos que rozan el nivel de lo sobrenatural, de lo surrealista, mirar que pasa lo mismo en casa del vecino qué quieren que les diga, a uno le da cierta tranquilidad porque asume que no se trata de nada personal. Lo que nunca se debe aceptar es el conformismo.
Esta fue mi reflexión tras la charla de Manuel Moreno en el I Máster de Periodismo Especializado en Baloncesto que se celebró en la sede de la Federación Española (FEB) entre el 16 y 19 de febrero. El responsable de este deporte en el Diario Sport describió el panorama actual sobre la cobertura del baloncesto en los medios de comunicación con la crudeza de quien lucha a diario por reclamar más espacio a un deporte asociado a valores como el espíritu de lucha, el compañerismo, el trabajo en equipo, el juego de estrategias, el fair play, y avaló la postura, cada vez más extendida, de que la tendencia es ir hacia un periodismo interpretativo. Siempre he sentido pavor hacia las crónicas en las que se relatan los encuentros minuto a minuto, que se reducen a una mera enumeración de jugadas y canastas, pero resultaría irreverente extender esta nueva tendencia sin dotar al redactor, sin que el periodista se auto exigiese, un buen bagaje intelectual y de conocimientos sobre este deporte.
Mención aparte merece el reto de la rapidez, parte también del encanto de esta profesión,
Podría seguir divagando sobre las desventuras de un baloncesto relegado en la mayor parte de la prensa española a las últimas páginas de la sección de deportes o a cuadernillos que devoran con pasión aquellos que siempre quieren saber más. Podría abanderar la lucha de las minorías ridiculizando comportamientos de otros deportes, pero supongo que lo único que me queda por hacer es mantener el ánimo, el interés y el deseo de aprender siempre alerta. ¡Que la situación no sea la ideal no significa que haya que acomodarse!