Se dice que en España el número de hogares con Internet no llega al 20% y que menos del 50% de la población no ha tenido nunca acceso a la red de redes. Hay, por tanto, un volumen de personas ingente para los que, aún hoy, web, blog y url son términos poco más que producto de la demencia de un puñado de visionarios bajados de la luna.
En el periodismo sucede justo lo contrario. Hoy en día es impensable que el mundo de la noticia mire hacia otro lado porque son tantas y tan variadas las posibilidades que la tecnología ha abierto que han logrado transformar las formas de hacer periodismo, los canales para transmitirlo y hasta el mensaje resultante que llega al receptor.
Lo que más impresiona sigue siendo la rapidez con la que los periodistas han adoptado a este extraño ser que en ocasiones tiende una mano salvadora y en otras aprieta al cuello llegando incluso a asfixiar.
La Federación Española de Baloncesto no ha estado ajena a este proceso y ha navegado por el revuelto cauce de un río que va de transmitir sus informaciones únicamente por fax y teléfono hasta estar a la espera de implementar en poco tiempo la jornada virtual, todo ello en menos de unos años. En esta vorágine de cambios, en la que la más puntera versión de una página web se convierte en apenas un par de años en un producto obsoleto e inservible, la única arma posible es la capacidad de reinventarse cada día.
Es ahí donde el departamento de informática de la FEB, del que forma parte David Castellón, ha jugado un papel crucial apostando cada día por ir dos pasos por delante: pensar, antes de ser pensados. David Castellón ha sido el único intruso en un Máster hecho por y para periodistas que, como en el día a día, han de caminar de la mano de la tecnología para ser fiel reflejo de la sociedad de la que se alimentan día día.