El jugador más veterano de la ACB (excepción hecha del recuperado André Turner) se acerca a los 38 años y la temporada 2005- 06 le ha deparado muchas sensaciones. La más negativa, la del sufrimiento que durante muchas jornadas ha atenazado a una plantilla forjada para luchar por objetivos bien distintos. Raúl Pérez ha padecido más que nadie la inquietud de ver al equipo pasar malas rachas que en una competición tan igualada como la ACB te abocan a pelear hasta el último suspiro. En el haber positivo, haber alcanzado la tranquilidad clasificatoria a falta de una jornada para el final de la fase regular después de protagonizar una magnífica reacción con cinco triunfos en siete encuentros. El alero de Carmona reconoce que lo hemos pasado muy mal. La temporada ha sido una larga pesadilla con feliz despertar. En algunos momentos lo vimos muy complicado, pero supimos combatir nuestros errores y comportarnos como un equipo. Capitán junto a su amigo Carlos Cazorla y auténtico exponente del triunfo de la cantera cajista, apunta que en lo personal, ha sido muy duro, porque me he criado aquí y no se me pasa por la cabeza Sevilla sin baloncesto ACB. Quizá por eso no hemos perdido nunca el norte, porque había que luchar por un club que tiene su sitio más que consolidado en la liga.
Raúl Pérez considera que la honestidad profesional y la confianza del grupo han determinado sin duda la reacción: Cuando te ves metido ahí abajo, y más siendo algo poco habitual para el Caja, todo se vuelve más complicado. En ciertos momentos nos ha faltado autoestima para creernos lo que realmente podemos hacer. Al venir los peores resultados, salió el orgullo profesional de todo el equipo. Todos tiramos del carro y ahí está el resultado, cuatro victorias consecutivas en San Pablo, donde habíamos caído en muchos encuentros, y un triunfo como el logrado en Madrid. El alero cajista espera que el equipo y el club saquen la mejor lectura posible del sufrimiento: Confío en que todos aprendamos la lección del sufrimiento en una competición tan dura como la ACB. No puedes relajarte ni un minuto en ningún partido. Se ha visto más que nunca que cualquier equipo puede ganar a otro. Cualquier despiste te pasa factura y no hay tiempo para lamentarse de una derrota. El domingo queremos hacer un buen partido para que la afición despida la temporada con esa costumbre de ganar que hemos recuperado en los últimos encuentros. En casa estamos jugando muy bien y la afición se merece disfrutar una jornada más porque le hemos hecho sufrir y ha redoblado su apoyo, ha sentenciado.