La Selección Española U16 se ha proclamado campeona de Europa en Linares después de derrotar a Rusia en una final épica en la que los hombres de Jota Cuspinera necesitaron dos prórrogas para superar al equipo ruso. Ricard Rubio fue elegido MVP del torneo liderando prácticamente todos los apartados de estadísticas de la competición. El catalán ha encabezado un bloque de jugadores muy compenetrados que ha sabido suplir la falta de centímetros con una defensa inquebrantable y una amplia gama de recursos ofensivos. Una generación con muchísimo talento con un futuro más que prometedor por delante.
En la primera fase España tuvo que apretar los dientes en los dos primeros encuentros, aumentando la intensidad en el último cuarto para conseguir la victoria frente a Rusia y Eslovenia. En el tercer partido, el combinado nacional derrotaba a Alemania con más comodidad para terminar esta fase como líder de grupo. Alberto Jódar, Ricard Rubio, Jorge Santana e Ignacio Estebán fueron los jugadores más destacados en esta primera toma de contacto con el campeonato.
El siguiente grupo se antojaba difícil por la presencia de equipos de renombre como Serbia & Montenegro, Italia y Francia. La filosofía de Cuspinera para afrontar estos partidos fue trabajar duro día a día pensando únicamente en cada enfrentamiento. Contra los balcánicos tocó sufrir después de un mal inicio de partido, remontando una desventaja de 13 puntos para darle la vuelta al marcador en un arrebato de furia que permitió a nuestros cadetes finalizar el choque con una cómoda renta de 16 puntos. El segundo partido ante Francia se convirtió en un mero trámite al desbordar a los galos con facilidad (63- 85). Finalmente, España conseguía el pase a las semifinales después de derrotar a Italia, un equipo muy competitivo que puso en apuros a los pívots españoles en el rebote. Rubio seguía asombrando partido tras partido, Santana acribillaba el aro rival y Jaume Vicens daba un recital ante S&M anotando 27 puntos.
La semifinal ante Croacia se decantó desde el inicio del lado español con un gran primer cuarto donde el acierto en los triples dejaba el marcador en 19- 38 y permitía a los nuestros acariciar la ansiada final. Los españoles supieron administrar bien la ventaja y accedían a la final con Ricky Rubio alcanzando un cuádruple- doble histórico (19 rebotes, 10 puntos, 13 asistencias y 11 robos).
La gran final se convirtió en una cita inolvidable. España se encontró con una selección rusa muy luchadora durante todo el partido, que se desarrollo con una tremenda igualdad entre ambos bandos. Teymuraz Babunashvili convertía un triple a falta de dos segundos para el final que ponía contra las cuerdas al combinado nacional. Sin embargo, Rubio anotaba un triple imposible sobre la bocina para forzar la primera prórroga, pero ambos equipos seguirían negándose a cederle el triunfo al contrario. Al término de la segunda prórroga, los españoles lograban imponerse por cuatro puntos y conseguir así el oro, manteniéndose invictos a lo largo de todo el campeonato. La actuación de Rubio en la final fue una exhibición sin precedentes del gran potencial que atesora el jugador del DKV Joventut: 51 puntos, 24 rebotes, 12 asistencias y 7 recuperaciones.