Artículo de opinión para Basket FEB del director deportivo de la FEB, Ángel Palmi.

Estar presente en todos los grandes campeonatos internacionales como lo están nuestras selecciones de unos años a esta parte, ha permitido al baloncesto español dar un salto cualitativo: de competir con los mejores hemos pasado a competir como los mejores.

Así se viven éxitos tan sonoros como el título de campeones del mundo, que nuestra Selección masculina va a exhibir en Pekín, o el de subcampeones de Europa con el que se presentarán nuestras chicas. Son éxitos que marcan una trayectoria. Pero otro importantísimo objetivo de la FEB es que, desde el punto de vista de la planificación y el trabajo, acaben significando mucho más que una alegría circunstancial: el primer paso hacia la construcción de un futuro tanto o más competitivo.

Porque de la competitividad surge la ilusión; y de la ilusión, la ambición. Y con estos tres valores, a los que se suma el impagable compromiso profesional y personal que siempre nos ofrecen nuestros jugadores y jugadoras, hemos llenado nuestras maletas este verano olímpico. El éxito será que con ellos luchemos por lo máximo y al final lleguemos a lo más alto que sea posible de la mano también de unos seleccionadores que, aunque debutantes en unos Juegos Olímpicos, acumulan asimismo esos valores a su experiencia y prestigio.

En eso hemos soñado todos desde que hace cuatro años el sistema de competición nos diera un disgusto inmerecido. Vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos a hacérselo olvidar a los millones de aficionados que queremos que nos vuelvan a seguir a través de la televisión.

Ángel Palmi ,

director deportivo de la Federación Española de Baloncesto

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