En estos cuatro años me ha dado cuenta de que el Master tiene algo especial. No cabe duda de que se aprende muchísimo. Y yo no quiero perderme bajo ningún concepto los conocimientos que transmiten a los alumnos el resto de compañeros, todos ellos grandes profesionales, que acuden también como ponentes. Por esta razón, seguiré acudiendo cuantas ediciones pueda. Este es el primer master que conozco en el que los alumnos participan una edición tras otra, no porque hayan suspendido la edición anterior y no hayan obtenido el certificado, sino porque quieren volver a disfrutar de la experiencia.
Imagino que otra de las razones por la que siempre acudes al Master es tu pasión por el baloncesto. Llegaste incluso a debutar como jugador en la ACB, ¿no es así? Sí, el baloncesto es mi vida, es mi pasión y lo será siempre. Me siento orgulloso de mi media en la ACB. Con Unicaja jugué tan sólo un minuto y anoté un punto (risas). Es curioso. Empecé a practicar este deporte cuando contaba con 11 años. Fui a regañadientes a mi primera clase, y sin embargo, me enganché pronto al basket. De ello tiene la culpa José María Martín Urbano, que también ha participado en el Master. Él fue por entonces mi entrenador y hoy en día es uno de los hombres clave en el desarrollo del baloncesto en Málaga. José María me transmitió la pasión por este deporte.
Sin embargo, colgaste las botas y te incorporaste al departamento de Marketing del club de sus amores, Unicaja. ¿Por qué? En 1993 Javier Imbroda me llamó para que me incorporara a Unicaja. Buscaban una persona para el recién nacido departamento de Marketing del club. Mi pasión por el baloncesto me impedía rechazar la propuesta.
¿Contaba por entonces con formación en materia de Marketing? Sí, había realizado estudios relacionados con el Marketing en Estados Unidos. Aunque debo decir que, como la vida misma es Marketing, la formación en esta materia empiezas a adquirirla en el momento de nacer.
¿Cuál es la filosofía del departamento de Marketing en el que trabaja? El Marketing deportivo persigue la felicidad. Y mi trabajo consiste en hacer felices a los aficionados de Unicaja. Para alcanzar esa felicidad, partimos de una máxima: 'El deporte es vida'. Y para transmitir esa filosofía, utilizamos al Unicaja como vehículo.
Nadie duda hoy en día de la importancia que posee el Marketing deportivo. ¿Es así porque se ha convertido el deporte en un negocio? Eso es así porque el deporte es una pasión. Si a la gente no le apasionase el deporte, el márketing deportivo no tendría importancia. En ese interés del Marketing por el deporte influye que éste último mueva masas.
¿Entonces, como director de Marketing de un club deportivo, par ti el aficionado, además de ser un apasiondo, es a la vez 'consumidor'? No, no. Par mi, el aficionado forma parte del equipo. No puedo tratarlos como clientes si quiero que se identifiquen con el club, si quiero que exista química entre el equipo y la afición. Más información en feb.es