Una semana después la historia se repetía, España y Francia debían enfrentarse para decidir cuál de los dos países vecinos se llevaría el oro en un campeonato de Europa. Los mismos protagonistas y también las mismas condiciones, dos equipos invictos que buscaban una nueva victoria. Sin embargo, esta vez serían las francesas las que verían al resto de Europa desde lo más alto del podio.
El partido se abría gracias a dos canastas de Tahane que ponían a las francesas por delante en el marcador. Era entonces cuando las cinco españolas en pista, Ouviña, Abalde, Torrens, Xargay y Nicholls se animaban en ataque y conseguían superar a las galas por primera vez en el electrónico (8-6). Las francesas comenzaban a sufrir en la pintura ante la mejor versión de una Laura Nicholls que en poco más de siete minutos ya se había hecho con seis rebotes. El ritmo del partido iba aumentando de intensidad gracias a un equipo español que daba muestras claras de su intención de distanciarse en el marcador (18-8). El tiempo muerto solicitado por Alain Jardel, sirvió de poco a un equipo francés que acababa el primer periodo con 13 puntos de desventaja (23-10).
Tres puntos de Amant al principio del segundo periodo llevaban a las francesas a reducir la ventaja de España a la decena de puntos (23-13). El ataque español dejaba de ser tan prolífico como en el primer periodo y, gracias a un parcial de 2-9, Francia se acercaba peligrosamente en el marcador (25-19). España seguía sin encontrar su fórmula en ataque y conforme pasaban los minutos sólo conseguía anotar desde la línea de tiros libres. Las francesas seguían con su recital anotador y, tras un parcial de 5-19 en este cuarto, destrozaban a las españolas y marchaban camino de los vestuarios cuatro puntos por delante (28-32).
El tercer cuarto iba a ser vital para ambos equipos. La falta de acierto de España y las pérdidas de balón llevaban a las francesas a comenzar anotando siete puntos, mientras que por parte de España sólo Alba Torrens conseguía ver el aro (31-39). Un triple de Cristina Ouviña permitía a las españolas situarse a cinco puntos, pero un tiro libre convertido por Nsoki tras falta de Tamara Abalde llevaba a aumentar la renta a las francesas (34-40). Un parcial de 8-4 cosechado por España gracias a los puntos de Abalde, Torrens, Ouviña y Nicholls ponía a las de Jordi Fernández a tan sólo dos puntos de las galas (42-44). El tercer cuarto se acababa con tres puntos de ventaja de las francesas y todo por decidir en el último periodo (45-48).
Dos triples fallados por España a principios del decisivo cuarto parecían complicar las cosas a las jugadoras de Jordi Fernández, que volvían a tener en la línea de tiros libres su mejor baza ofensiva (47-50). Cinco puntos consecutivos de Francia en menos de cuarenta segundos llevaban al seleccionador español a solicitar un tiempo muerto para intentar parar el ataque galo (47-55). España entraba en los últimos seis minutos del partido teniendo al equipo francés 13 puntos por delante (47-60). Un nuevo tiempo muerto de Jordi Fernández parecía no surtir efecto en una jugadoras españolas que no conseguían anotar ningún punto de campo y veían cómo las francesas, gracias a un parcial de 2-17, se iban cada vez más en el marcador (47-65). Las jugadoras españolas lucharon hasta el final, pero esta vez fueron las francesas las que consiguieron la victoria (52-74).
Hay equipos que ganan campeonatos tras haber perdido más de un partido a lo largo de la competición. Las jugadoras españolas U20 han jugado nueve partidos y tan sólo en uno no han conseguido la victoria. Salieron a la pista buscando el oro y se fueron de ella con la siempre agridulce plata colgando de los hombros. Si bien el segundo puesto es siempre el que peor sienta, estamos hablando de unas jugadoras muy jóvenes, de gran calidad y a las que un gran futuro les aguarda. Para algunas de ellas esta es su sexta medalla en los campeonatos de formación. Seis medallas en seis años. Una hazaña al alcance de muy pocos.
ESPAÑA 52: Cristina Ouviña (17), Tamara Abalde (8), Alba Torrens (13), Marta Xargay (2) y Laura Nicholls (9) Patricia Berciano (-), Mónica Jorge (-), Laura Herrera (1), Georgina Bahi (-), Marta Tudanca (-), Celia Menéndez (2) y Daira Varas (-).
FRANCIA 74: Plust (15), Arrondo (5), Amant (20), Tahane (18) y Brossais (-) Bouderra (-), Brémont (4), Fischbach (-), Clemencon (-), Nsoki (8), Cata-Chitiga (4) y Salvi (-).
Sáez: Una medalla de plata siempre es un éxito
El presidente de la FEB ha destacado la importancia de conquistar una medalla y del valor de una plata por encima de la decepción que para las chicas ha supuesto su derrota en la final del Europeo sub20 en Gdynia.
Ser subcampeones de Europa es siempre un éxito ha dicho José Luis Sáez- aunque acabar un campeonato con una derrota no sea el mejor premio para un equipo que ha luchado al máximo de sus posibilidades. El presidente de la FEB ha querido felicitar a todo el equipo por el trabajo, la entrega, el compromiso y el buen baloncesto que ha exhibido a lo largo de todo este Europeo, que desafortunadamente no se ha podido reflejar en la final. Francia ha sido mejor y hay que felicitarles por su triunfo.
Sáez es consciente de la decepción que este resultado ha supuesto para el equipo, pero apuesta por apuntar ya al futuro: Una medalla de plata es un éxito, y así se reconoce cuando años después uno mira el palmarés de un equipo, aunque ahora sea lógico que las chicas estén tristes y decepcionadas. Pero mañana mismo tienen que pensar ya en sus futuros compromisos, en los que nuestras selecciones van a seguir aspirando a estar en lo más arriba.
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