El deportista, que ya tiene un hijo nacido de su anterior matrimonio con Lara Dibildos, se convertirá de nuevo en padre el próximo mes de septiembre.
Fran Murcia en imagen de archivo junto a su mujer, Carolina López, y Franky, el hijo de Fran nacido en su matrimonio con Lara Dibildos.
El 6 de junio de 2009 se convirtieron en marido y mujer. Dentro de unos meses, Fran Murcia y Carolina López escribirán un nuevo y feliz capítulo en sus vidas con la llegada de su primer hijo en común. Y es que el deportista acaba de anunciar, a través de su blog personal, que él y su esposa serán padres en septiembre de una niña.
Se llamará María, como la Virgen. Ni Maria Dolores, ni Maria José, ni nada de eso. María, a secas, que es el nombre más sencillo y más bonito que existe para algo tan puro como el nacimiento de una niña, la niña de mis ojos, escribe el feliz futuro papá. La niña que tendremos la mujer de mi vida y yo es para más o menos septiembre, si no se adelanta claro, porque dice el médico que viene grandecita, como no podía ser menos, añade el deportista.
No será, sin embargo, el primer hijo de Fran Murcia. El ex jugador de baloncesto, que actualmente cursa un Máster en Periodismo Deportivo en la Universidad San Pablo CEU, es ya padre de un hijo nacido en su matrimonio con Lara Dibildos. Fran o Franky, como le llaman en casa, se convertirá en hermano mayor dentro de unos meses. Al joven le describe su padre como un jugador de baloncesto con un futuro muy prometedor que adora el deporte y la vida en familia. Una familia que se verá ampliada a finales de verano con la llegada de María.
Franky y Mini (como Fran llama cariñosamente a su mujer dada su diferencia de altura) son mi vida y ahora llega otro órgano vital para nuestra pequeña familia, María, y con ella ya seremos cuatro apunta un ilusionado Fran Murcia en su blog.
Allá para el día 25 de Diciembre, si mis cálculos no fallan, mi mujer tuvo la deferencia de caer en las redes de mis encantos y no pudo oponerse a lo que más tarde yo mismo titularía como María Murcia López. Lo que será, Dios Mediante (D.M), nuestra futura hija.
Después de la Noche Buena en familia, por supuesto y con la llegada de la Navidad, un ejército de soldados espartamos, liberados desde el campamento Murcia´s Camp, emprendieron un viaje sin retorno en búsqueda de la conquista de la fortaleza llamada " Caróvulo". Allí aguardaban pacientemente los ovulinos (habitantes de Caróvulo) deseosos de dar cobijo a los Murzoides (guerreros espartanos de Murcia´s Camp) que habían partido de su campamento en busca de lugares donde poder permanecer resguardados de las inclemencias exteriores.
Al parecer, uno de ellos consiguió encontrar la fortaleza y así conseguir cobijo en Caróvulo, donde un Ovulino le abrió sus puertas invitándolo a entrar y crear su nuevo hogar, para posteriormente ir creciendo día a día hasta ser lo que será nuestra nueva y futura hija (si el ecógrafo de alta definición de la clínica Quirón de Madrid no se equivoca).
Se llamará María, como la Virgen, ni Maria Dolores, ni Maria José, ni nada de eso, María a secas que es el nombre más sencillo y más bonito que existe para algo tan puro como el nacimiento de una niña, la niña de mis ojos. La niña que tendremos la mujer de mi vida y yo para más o menos septiembre, si no se adelanta claro, porque dice el médico que viene grandecita, como no podía ser menos.
Mini, que es así como llamo cariñosamente a mi mujer, y no por la famosa Minimouse, sino porque con su 1,61cm de preciosidad y al lado de mis 203cm o los 176cm de Franky, no se me ocurre una manera más original y traviesa de denominarle. La llamo así desde que la conocí y a ella le encanta. De hecho mucha gente también ha optado por llamarla a mi manera.
Ella a mí, King, pero no porque sea el Rey de su vida, sino porque al parecer le recuerdo a King Kong. Aunque normalmente, me suele nombrar cuando se dirige a mí con el apodo de "mi amó", que es lo que con su acento andaluz significa que soy su amor.
Un amor común en los dos, que ha hecho que traigamos dentro de unos meses (D.M) a nuestra futura hija María, la hermana de Franky, mi hijo, el sueño de cualquier padre.
Franky es un jugador de baloncesto con un futuro muy prometedor que adora el deporte y la vida en familia. Esas son las dos cosas que practicamos en nuestro hogar (Mini, Franky y yo). Nos gusta el deporte y las actividades familiares, nada más y estamos encantados.
Franky y Mini son mi vida y ahora llega otro órgano vital para nuestra pequeña familia, María y con ella, ya seremos cuatro.
Que increíble es la naturaleza, que pone a tu disposición las maravillas de la vida para que con alegrías y sufrimientos las saques adelante. ¿Qué más puede pedir alguien como yo que adoro lo que tengo, que me encanta mi trabajo y que me apasionan los niños? y por cierto, no puedo dejar de nombrar a mis ahijadas Carlota y Penélope y a mi sobrina Julia. Pero tampoco a mis niñas Carol, Clau (la que se autodenomina como mi ahijada), Clara y Danielita que saben que daría mi vida por ellas. Tengo un montón de alumnos y alumnas a los que nombraría, pero no quiero aburrir a nadie porque son demasiados y todos se merecen ser nombrados por igual.
"OS QUIERO FAMILIA"