El Catecismo de Ratzinger acepta la desobediencia civil y la pena capital
Juan Pablo II ya deseaba hace años publicar una versión reducida del catecismo mundial, por lo que encargó su elaboración en 2003 a un pequeño grupo de purpurados encabezado por el entonces cardenal Joseph Ratzinger. El Vaticano mantiene sus tesis, pero las formula de forma más breve y dialogante.
El Compendio, destinado a los católicos, considera inmoral la fecundación artificial, recuerda que los católicos divorciados y vueltos a casar no pueden comulgar, reconoce la legítima defensa y subraya que en la sociedad actual la pena de muerte no tiene sentido, aunque, como en el Catecismo, no la condena de manera contundente. Asimismo, rechaza el culto al cuerpo y el uso de drogas, y el abuso del vino, alcohol y tabaco.
🕐 29/06/2005 11:37
✍️ Miguel Gallardo